Nublo no solo consigue dar de comer: emociona. Aquí las cosas parecen muy sencillas, pero no lo son. “Que el tiempo valga. Es lo que le pedimos a este proyecto al que le dedicamos todo nuestro tiempo”. Aprenden, investigan, avanzan, emprenden… Miguel Caño es solvencia. Es un individuo preciso, directo, dispuesto a tener el mejor restaurante posible, que con un equipo de más de 25 personas alineadas te sitúa en el camino de la trascendencia internacional.