Alice Kyteler fue hija única de un banquero de familia flamenca, pero afincados en Irlanda, donde ella nació. Desde pequeña tuvo una buena educación, para la época medieval, y supo cómo llevar los negocios de su padre. Con los años se hizo más rica, gracias a su ingenio y a sus cuatro matrimonios. Pero su ascenso económico y social la hizo objeto de un nuevo obispo que la vio perfecta para ser la primera mujer irlandesa en ser juzgada por brujería. ¿Qué ocurrió? Te lo cuento todo en este capítulo. Ya que Alice fue la bruja demasiado rica para morir.

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Porque la memoria también es justicia.

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