“Cuantos niños aguantando hambre en el África y tu no te quieres comer las verduras”

¿Quién de ustedes no ha escuchado esta frase? Bueno debo contarles que, si su mama les dijo esto, no esta tan equivocada, una de cada 8 personas en el mundo está padeciendo de hambre crónica y no por que la comida no alcance, sino que mientras los países más pobres, muchos de ellos en África tienen los índices más altos de subalimentación, en los países desarrollados, literalmente se tiran a la basura más de mil millones de toneladas de comida al año. Esto es, en estimaciones muy modestas, más de 100 kilos de comida por persona al año.

¿Y porque sucede esto? Bueno existen varias razones, la primera y más obvia es que las familias de los países desarrollados compran más comida de la pueden consumir, entonces desperdician comida que va a parar a la basura, sin entender que, si todos compran de más, la demanda aumenta, los alimentos se encarecen, y los más pobres deben comprar menos comida y obviamente, pasar hambre.

Pero de otro lado, muchos países, aunque tienen producciones de alimentos que podría reducir el hambre de su población, sucede que las vías de acceso para trasladar esos alimentos desde su lugar de origen hasta su lugar de comercialización, se encuentran en malas condiciones incrementando su costo, e incluso a veces duplicarlo, por lo que los productores prefieren, en muchas ocasiones, dejar los alimentos para que se dañen antes de pagar costos de transporte superiores al precio de venta de sus productos.

Así que… hablemos de datos

El segundo de los objetivos de desarrollo sostenible para el siglo 21 es acabar con el hambre en el mundo y ahí vamos mejorando, aunque muy lentamente, Mientras en el año 2005 teníamos 947 millones de personas subalimentadas, alrededor del 15% de la población, para el 2018 son 822 millones, levemente por debajo del 11%. Estos son los datos mas recientes de la FAO.

Eso significa que por donde vamos, vamos bien, ya que son más de 10 años de descenso. Sin embargo, es en ese 11% de las personas donde hay mucho trabajo por hacer, ya que una cosa es la subalimentación y otra la inseguridad alimentaria.

Y claro aquí empiezan algunas confusiones por que yo he hablado de personas subalimentadas y ahora voy a hablar de inseguridad alimentaria. Pero para ellos es preciso hacer unas aclaraciones.

Digamos que se define la subalimentacion como aquel estado en que el consumo habitual de alimentos es insuficiente para obtener la energía necesaria para llevar una vida normal.

La inseguridad alimentaria, por otro lado mide el nivel de dificultad para conseguir los alimentos. Bien sea porque esto no se encuentran disponibles o bien por que las personas carecen de los recursos para pagarlos.

Se divide en inseguridad leve cuando las personas apenas poseen incertidumbre sobre cómo conseguir sus alimentos, inseguridad moderada cuando se ve afectada la calidad o cantidad de los alimentos que una persona puede conseguir, e inseguridad severa cuando la persona pasa más de un día sin consumir alimento.

Y ahí radica el punto, aunque el 11% de la población del mundo se encuentra subalimentada, un 9,2% se encuentran en un sistema de inseguridad alimentaria severa, y como lo diría la mamá de nuestra historia inicial, no se trata solo de no desperdiciar comida, sino de ver como hacemos para que esa comida llegue hasta esos niños de África ya que no tienen rutas fáciles de acceso.

La eficiencia en la alimentación, sin embargo, no se gana solamente con producir alimentos, sino producirlos de forma sostenible, y la sostenibilidad tiene tres dimensiones, la primera es la económica y se refiere a que se debe garantizar que los modelos de producción agrícola generen por lo menos el ingreso suficiente para mantenerse económicamente ellos mismos.

La sostenibilidad social que se relaciona con mantener la cultura de las comunidades donde se producen los alimentos, sin generar pobreza, violencia o ignorancia y tercero, la sostenibilidad ambiental que significa garantizar que los recursos naturales no se agoten totalmente antes de ser renovados, es decir la tierra y el agua, pero indirectamente las especies de plantas y animales no desaparezcan a causa de la explotación humana desmedida.

¿Recuerdan que comente hace un rato que una persona de un país desarrollado bota a la basura alrededor de 100 kilos de alimento al año?, les cuento que las necesidades de alimentación de una persona se encuentran alrededor de 415 kilos por año, eso significa que una familia de 4 personas desperdicia la comida suficiente para que un niño del África coma decentemente.

Y ya entrados en este punto, podemos ver que podemos hacer para reducir el hambre en el mundo:

? Medir bien y comprar solamente la cantidad de comida que se va a consumir cuando se hace mercado, es mejor hacer un mercado periódico, mensual por ejemplo ya que reduce el desperdicio.

? Servir en cada plato la cantidad de comida necesaria que se va a comer, es preferible repetir que desperdiciar

? Comprar frutas y verduras que, aunque no se vean tan bonitas se encuentren frescas y en buen estado, una zanahoria así se vea deforme tiene los mismos componentes nutritivos que las cinematográficas zanahorias que come Bugs Bunny

? Cuando se compra comida en un restaurante, pedir para llevar aquello que no se ha de consumir y ya fue servido, esa comida más tarde puede calentarse en la casa, esa es una estrategia que ayuda al bolsillo y al planeta.

? No arrojar a la basura comida solo porque “Es de ayer” o “Porque esta trasnochado”, los alimentos guardados en la nevera pueden consumirse al día siguiente sin riesgo para la salud.

Llegado a este punto cuando estaba realizando el guion de este podcast, me surgió una duda metódica que quise compartir con ustedes, entonces ¿Para cuanta gente alcanza la comida que se produce actualmente en el mundo?

Averiguando encontré que la respuesta es una cifra muy sencilla, en el mundo se produce el doble de cantidad de comida que la que se necesita para que todos se alimenten bien, lo que pasa es que la administración indebida de los recursos, la falta de compromiso de los gobiernos en apoyar la pequeña producción y comercialización local y sobre todo una falta de cultura en el consumo adecuado de los alimentos por parte de nosotros lo que hace que una de cada 8 personas en el mundo tenga hambre.

Así que señora, no compre tanta comida, sírvale al niño solo lo que se pueda comer, y deje mercado para los demás, que hay mucha gente en el mundo pasando hambre. 528 millones de personas en Asia, 223 millones en el África, 43 Millones en el medio oriente, 6 millones en EUROPA , y 47 millones en Latinoamérica, solo en Colombia son dos millones y medio de personas.