Sin darnos cuenta iniciamos una carrera de la cual no somos conscientes, cuando el mundo nos quita la venda de los ojos y nos obliga a despertar, solo queda regresar por el mismo sendero, recoger tus partes rotas y enmendar una a una. Cómo barro que del suelo es, pasará atraves del fuego para en una vasija reluciente y bella se transforme.