2 Samuel 14: Formando hijos de bien con sabiduría.
2 Samuel 14:23-28 RVA2015:
Entonces Joab se levantó, fue a Gesur y trajo a Absalón a Jerusalén. Pero el rey dijo: —Que se vaya a su casa y no vea mi cara. Así que Absalón se fue a su casa, y no vio la cara del rey. En todo Israel no había un hombre tan alabado por su belleza como Absalón. Desde la planta de su pie hasta su coronilla, no había defecto en él. Cuando se cortaba el cabello (cosa que hacía al final de cada año porque le era pesado, y por ello se lo cortaba), el cabello de su cabeza pesaba dos kilos y medio. A Absalón le nacieron tres hijos y una hija, que se llamaba Tamar. Ella era una mujer hermosa. Durante dos años estuvo Absalón en Jerusalén y no vio la cara del rey.
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Ayer vimos la trágica historia de los hijos de David. Amnón engañó a su hermana Tamar para abusar de ella. Dos años después de esa violación, Absalón, su hermano, engañó a su hermano Amnón y lo asesinó. Absalón huyó y se exilió en otra nación por unos 3 años. En un solo capítulo vemos que en un lapso de 5 años David sufrió varias experiencias dolorosas, consecuencias de su pecado pasado.
Ahora vemos que pasaron los años y David extrañaba a Absalón, lloraba por él. Joab vió el dolor de David y persuadió al rey a que lo traiga de nuevo y lo perdone. David lo autorizó a llamar a Absalón pero le prohibió que vea al rey. Así David tendría cuidado de él pero sin permitirle ser indultado completamente por haber tomado venganza contra su hermano.
Esta es una historia compleja cuando vemos a un padre que no tomó acción pronta para corregir los errores de sus hijos. Tal vez por un sentimiento de culpabilidad por el mal ejemplo que les había dado anteriormente y se sentía incapaz moralmente para corregirlos, o por darle todo los lujos de una vida que tenían lo reyes, o él no quería que sufrieran lo que él mismo había sufrido; David fue muy permisivo con ellos.
No corrigió severamente a Amnón, no corrigió a Absalón, y por esta forma de criar a sus hijos vemos que Absalón se convirtió en un joven egocéntrico, que usó su carisma con astucia y con engaño para tomar una posición de liderazgo ante el pueblo, haciéndose pasar como un mejor líder para usurpar el trono de su padre. Así como algún día su padre David fue un hombre apuesto y carismático, de la misma manera Absalón iba a usar su popularidad y buen parecer para realizar una acción que iba a sacudir la estabilidad del reino.
Como padres, debemos pedir sabiduría al Señor para poder educar y guiar a nuestros hijos con bases morales y principios bíblicos para que se levanten como hijos e hijas de bien. Que aprendan a conocerse ellos mismos, que resalten sus buenas habilidades y virtudes para que los guíen por el buen camino, y que conozcan sus áreas débiles para evitar que tomen decisiones equivocadas y nefastas. Enseñémosle a manejar de forma correcta sus cualidades y que no las vaya a usar para lo malo. Si son físicamente atractivos, si tienen una mente brillante o si poseen un carisma especial, que usen eso para el beneficio del prójimo, que no vayan a usarlo para manipular o para dañar a otros porque cada día vemos en las noticias historias de personas que usaron sus capacidades con las finanzas para engañar y estafar, otras usan su belleza para buscar influencias o exponen su cuerpo por dinero.
Espero que el Señor nos dé mucho discernimiento para poder persuadir con amor y sabiduría de Dios el corazón de nuestros hijos para que puedan usar con prudencia y sabiduría sus dones. Les recomiendo leer el libro de Proverbios para que reciban estos beneficios que se encuentran en el primer capítulo de Proverbios: “... para conocer sabiduría y disciplina; para comprender los dichos de inteligencia; para adquirir disciplina y enseñanza, justicia, derecho y equidad; para dar sagacidad a los ingenuos y a los jóvenes conocimiento y prudencia.” (Proverbios 1:2-4).