2 Samuel 5: Es mejor confiar en la estrategia de Dios.
(Por favor, leer en su biblia el pasaje bíblico)
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En este capítulo vemos la coronación de David como rey de todas las tribus y territorios de Israel. Es el momento donde por fin se cumplió el propósito de Dios en David.
Es interesante ver que fue de una forma gradual. Este largo proceso hizo que el joven David desarrollara mucha paciencia, sabiduría, habilidades administrativas y del manejo de personal, formación militar y una vasta experiencia espiritual, viendo la mano de Dios obrando a favor de él en el campo de batalla.
También vemos grandes victorias conquistando la gran Jerusalén de los jebuseos, ciudad que por años y siglos los israelitas no habían podido conquistar.
David aprendió que el mejor estratega para vencer al adversario es Dios. Cuando David estaba huyendo de Saúl, Dios le mostraba qué hacer, dónde esconderse y cómo evadir la persecución de Saúl. También David consultaba al Señor si era conveniente atacar a los filisteos en ciertas ocasiones, y Dios no solo le confirmaba y le autorizaba salir al campo de batalla sino que le daba la estrategia como lo vemos en esta ocasión.
David fue contra los filisteos como usualmente se acostumbraba a luchar, de forma frontal. Pero después los filisteos buscaron la revancha. Una vez más, David clamó a Dios y consultó con el gran general del ejército celestial, el Todopoderoso; y Dios, una vez más, le dijo que vaya pero que esta vez no lo haga de forma frontal sino que se1 formara como si fuera a hacer una emboscada, rodeándolos y esperando la señal divina cuando un fuerte viento moviera las copas de los árboles. Esta fue una gran derrota para los filisteos.
¡Qué ejemplo tan grande para nosotros! Cada día tenemos que enfrentar muchas situaciones difíciles. Debemos tomar decisiones relacionadas con la finanzas, la educación de nuestros hijos, el lugar de trabajo, decisiones empresariales, las relaciones con nuestros parientes y seres queridos, en la congregación, etc. Muchas decisiones podemos resolverlas con la sabiduría y el sentido común que el Señor nos ha dado, pero no olvidemos consultar al Señor antes de tomar alguna decisión difícil. ¡No pelees solo! Clama al Señor, aunque sea una decisión que pienses que es insignificante. No pienses que el Señor se enojará si clamas a Él, ni pienses que está ocupado y que no te puede atender. Él está dispuesto a dirigirte, a iluminar tu camino, a aclarar tus pensamientos para que puedas ganar las batallas del diario vivir y puedas obtener la victoria. ¡Dios es el mejor estratega militar!
Más adelante veremos que Dios escuchó la oración de David y de otros reyes que clamaron a Dios en tiempos de guerra y que veremos en los libros de Crónicas y Reyes.
Por eso hoy tomemos esta promesa del Señor que vemos en Jeremías 29:11-13: “Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes, dice el SEÑOR, planes de bienestar y no de mal, para darles porvenir y esperanza. Entonces me invocarán. Vendrán y adorarán a mí, y yo los escucharé. Me buscarán y me hallarán, porque me buscarán con todo su corazón.”
Cuando ves que tienes una guerra al frente de ti, no dudes en doblar tus rodillas, ya sea en tu casa o en la congregación, y cuando expongas todos tus temores, preocupaciones o conflictos al Señor, sé específico, cuéntale al Señor lo que ves, de cómo está el panorama ante tus ojos, y declara al Señor tu confianza en Él, de que Él puede ver las cosas con más claridad y puede revelarte la estrategia. Si Él te pide tomar una acción de fe, ¡hazlo! Si te pide cambiar algo de tu forma de actuar o abandonar algún hábito en tu vida , ¡hazlo! ¡Confía en el plan divino para que tú puedas ser más que vencedor!
1 Corintios 10:13 dice: “Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que...