Elon Musk acaba de asegurar el mayor megabono de la historia: un paquete que podría convertirlo en el primer billonario del planeta… si logra multiplicar por seis el valor de Tesla. Entre taxis autónomos, robots humanoides y objetivos casi imposibles, el futuro de la compañía se juega entre la ambición espacial y la fantasía bursátil.
Elon Musk acaba de asegurar el mayor megabono de la historia: un paquete que podría convertirlo en el primer billonario del planeta… si logra multiplicar por seis el valor de Tesla. Entre taxis autónomos, robots humanoides y objetivos casi imposibles, el futuro de la compañía se juega entre la ambición espacial y la fantasía bursátil.