De una manera muy superficial pensamos que podemos cumplir con la Ley con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza pero si razonamos bien podemos ver qué lo que nos proponemos para agradar a Dios es imposible .
Jesucristo de una manera muy misericordiosa nos ubica en la posición en la que el buen Samaritano acude a nuestro socorro y nos lleva a un lugar que Dios preparo dónde podemos descansar y ser cuidados mientras estemos de paso en este mundo.
La vida dentro del mesón es bendita en gran manera. Jesucristo cuando venga por segunda vez ira al mesón por sus escogidos.
Pastor Pablo Shin Iglesia Buenas Nuevas Ciudad de México, México - Más información
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