Hoy venimos a salvaros las mañanas.
Sí, ese momento en el que suena el despertador, los deberes desaparecen misteriosamente, alguien no encuentra los calcetines… y todavía falta el desayuno.
– “¡Mami, no tengo hambre!”
– “¡Pero tienes que desayunar algo!”
– “¡Dame las galletas de siempre!”
Si reconocéis esta escena, este episodio es PARA VOSOTROS.