Hablemos de la intimidad mental y física que nos proporciona un pedacito de tela, aquel al que con cierto temor accedemos, por creer no estar listas, no ser suficientes o simplemente, contemplarlo como algo ajeno.

Hagámoslo cuestionando a un encaje, atreviéndonos a preguntarle el por qué está en nuestras vidas, para qué y lo más importante: cuándo llegó. Porque aunque no lo creas o te pueda sonar gracioso, resulta que la intimidad de muchas de nosotras, se halla ciertamente limitada, pero no por una talla, medida o edad, sino por nosotras mismas.

Así de sorprendente como suena, es que le permitimos a todo lo exterior, influir de manera nada positiva en nuestro interior; el que se inconforma y cierra los ojos, al que le duele un reflejo o una comparación; el que está pero hacemos como que no.

Por ello, mi propuesta de hoy es sí, acerca de un encaje, el que atado a nuestra lencería y conociendo la intimidad de deseos y placeres, bien podría respondernos lo bellas que somos, lo inigualables que debemos resultarle a la vida misma y responder a todas y cada una de nuestras inseguridades.

Te invito a detener por un momentito todo lo adverso que piensas de ti, para preguntarle a un trocito de encaje, lo que realmente vive y siente al estar contigo. Te aseguro que te sorprenderás.

Gracias como cada episodio a mi exigente y muy entregado productor, el Ing. Ponchito González quien hace posible que de la mano de mis letras y pensamientos, vaya siempre una melodía que estimule tus sentidos, proporcionándote relajación y bienestar.

Quedo a tus órdenes: https://linktr.ee/JulyBuendia

https://alfonsogonzalezb.wixsite.com/ponchitogonzalez