Comedores o comederos
Con retraso por cuestiones de salud, de mudanza y de JPod. Recibido un premio de la Asociación Podcast al mejor podcast en la categoría general recibido en Málaga. Feliz de ver reconocida esta práctica del podcasting, que me tomo cada vez más en serio. Sintiendo la confianza que se deposita en los programas de nuestra red en general y de Ya Conoces Las Noticias en particular. Todo eso en la mochila. Y pidiendo humildes disculpas por no haber cumplido con el episodio de mediado octubre. Así llega este episodio en el que la investigación me lleva a explicar cómo es el proceso de la comida que llega a la boca y los estómagos de nuestras criaturas en la escuela. Intentando dilucidar si, como se refleja en algún documento de los consultados, entregamos a nuestros hijos a los comedores o a los comederos.
Línea caliente, línea fría
Si hace unos años hubiera empezado este episodio hablando de línea caliente, hubieras pensado que iba a referirme a líneas telefónicas de carácter erótico y de tarificación especial. Hoy ese fenómeno ha retrocedido. El concepto línea caliente, como el de línea fría, se relacionan con la forma de servir comida a distancia a distintos comedores de instituciones públicas o privadas. Por lo tanto, si tienes hijos, o al menos niños en tu entorno familiar o social, debes prestar atención a este asunto. Porque puede estar afectando a su salud a largo plazo. Nuestros niños y niñas hacen en muchos casos más de 200 comidas al año en las condiciones que vamos a escuchar. Atentos porque el asunto es importante para su salud y bienestar.
Pocas alternativas a los comedores en la nueva estructura social
Algunas familias lo hacen por necesidad, ya que pueden disponer de beca. Otras por comodidad. Y algunas otras porque no queda otro remedio en una sociedad en la que, con suerte, el padre y la madre trabajan fuera del hogar. Y no es factible pensar en disponer del tiempo necesario al mediodía para atender las comidas de nuestros niños no es factible.
Esto aboca a nuestras criaturas a comer en los comedores escolares. Estos comedores han ido creciendo en uso a lo largo de los años. Inicialmente, en una sociedad con valores, costumbres y tecnologías distintas a la actual, normalmente los comedores escolares con cocina se extendieron. Se llegaron a hacer muchas reformas en los centros para construir o ampliar esas zonas de cocina y comedores en las escuelas. Se disponía de plantilla para llevar a cabo las elaboraciones culinarias. Hoy en día, como veremos, los nuevos centros no suelen llevar cocinas completas en sus diseños. Tan solo zonas preparadas para regenerar la comida que viene preparada. Esa comida está elaborada por empresas especializadas. Industrias que elaboran menús para todo tipo de colectividades. Hospitales, cuarteles, centros escolares o grandes empresas que siguen ofreciendo el servicio de comedor a sus trabajadores.
En las escuelas y fuera de ellas: pérdida de control de lo que se come
No se trata de algo aislado para las escuelas o las colectividades. Debido a los cambios en la estructura social, ya consumimos fuera de nuestro domicilio un tercio de todos los alimentos que ingerimos. En cualquiera de las partes de lo que se denomina HORECA. Es el acrónimo de Hostelería, Restauración y Catering. Este tercio en España tiene un potencial de crecimiento importantísimo. Los estudios citados por organizaciones como amigos de la Tierra, aventuran que en 15 años estaremos consumiendo por esos canales ajenos a nuestros medios caseros en torno al 50% de nuestra alimentación. Hay un aspecto fundamental que destacar en todo esto. Y es que mediante estos canales se escapa por completo a nuestro control el contenido de nuestra comida.
Cuando ingerimos alimentos frescos, sabemos lo que ingerimos. Por…