La historia comienza cuando el Señor Quetzalcóatl fue aclamado por su pueblo como nuevo soberano y tomó el poder del Imperio. Trató de rescatar los ideales del antiguo sistema político y religioso, dio auge y apoyo al arte, la ciencia y la tecnología. La gran capital de Tula y las demás ciudades se embellecieron y beneficiaron de la riqueza cultural, científica y tecnológica.