Obtener una nueva semilla no es una tarea sencilla. Según el tipo de cultivo y las características que se deseen incorporar, lanzar un nuevo híbrido al mercado es un proceso que puede llevar varios años entre su obtención y correspondiente registro. El aumento en la demanda de alimentos y la necesidad de producir semillas cada vez más evolucionadas y de una forma más rápida en un mundo de regulaciones es uno de los grandes desafíos de la industria semillera.