La tercera carta de Juan está dirigida a Gayo un anciano de la Iglesia de aquel entonces y en ella, hace referencia a 3 personas cuya conducta merece una descripción a tener en cuenta. En la vida nos cruzamos con distintos tipos de personas. Cada uno diferente en su manera de vivir, relacionarse, pensar, actuar, sentir y convivir. Esa forma de vivir (elegida por cada uno), es la que determinará nuestro presente y futuro. El destino no es abstracto a nuestro conjunto de decisiones y actos que cometemos en la vida. Somos responsables de nuestro destino. En estos tres personajes podemos sintetizar la manera de actuar y el resultado de esa forma de ser. Dios quiere el mejor destino para nosotros, y nos da las herramientas para que lo gocemos, pero los que deben tomar las decisiones de hacerlo somos nosotros. Vamos a ver 3 hombres con características diferentes y destinos diferentes.