Elige un lugar cómodo y tranquilo. Escucha a tu cuerpo y deja que él mismo te indique la posición más cómoda para entrar en conexión. Encuéntrate en silencio... y ahora relaja todo tu cuerpo. Cada músculo. Cada articulación. Relájate, reconoce este momento. Ama el hecho de despertar y continuar con vida. Sonríe levemente y siente amor por tu vida.