El gran confl icto entre Cristo y Satanás pronto ha de fi nalizar, y el maligno redobla sus esfuerzos para hacer fracasar la obra de Cristo en favor del hombre. El mantener a las personas en la oscuridad y la impenitencia, hasta que la mediación del Salvador termine, es el objetivo que el diablo trata de obtener. Cuando prevalece la indiferencia en la iglesia, él no está preocupado. Pero, cuando las almas preguntan: “¿Qué debo hacer para ser salvo?”, entonces se hace presente para oponerse con su poder a Cristo y trata de destruir la infl uencia del Espíritu Santo.