"¡Qué cara! ¡Qué gesto! ¡Me quedo con Banesto!" Con estas palabras, da inicio el Mago Conde a un ritual que le convertiría en el hombre más poderoso de Iberia...
Y al igual que el churrullero engominado que nos ocupa, los sementales también nos hemos vendido al más cruel y frío capitalismo. Tras dos décadas enarbolando la bandera de la libertad y el espíritu critico, nos avergüenza, (pero también nos hace felices) de entrar a formar parte de un poderoso colectivo editorial que nos dará calor, comprensión, ternura y una renta mínima en rupias.
Pasen y escuchen como damos cera y abrillantador a los patanes actuales en nuestra sección inicial y luego pasamos a hablar de Don Mario Conde, un adelantado a su tiempo, que supo destacar entre tanto malsín y mameluco del tardofranquismo. Oigan y sufran con los infinitos auges y caídas de un hombre, que en una tierra alternativa es Dios y emperador de Europa.
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