(...) La cualidad hipnótico-adictiva del medio explica en gran medida por qué se mantiene clavado frente a la pantalla el aburrido espectador.(...) Sin embargo hay mucho más que todo esto en esa aburrida adicción. Los productores y directores de televisión, plenamente conscientes de las limitaciones intrínsecas del medio, han desarrollado una vasta tecnología de triquiñuelas -una tecnología que atrapa, en realidad- que puede tener éxito en cuanto a mantener a un espectador "enganchado" a pesar de la falta de todo verdadero deseo de seguir viendo...