“Soy tod@ tuy@” se oye muy romántico hasta que se convierte en “No sales vestid@ así. No vas a ir con tus amig@s. Yo nunca haría eso porque me divorcian”.
Una plática casual, intelectualoide y medio pendeja donde reflexionamos sobre la idea de propiedad en la pareja. Porque, ¿qué tan libres somos dentro de nuestra relación?