Es una situación bastante más común de lo que se piensa: te llaman al fijo de casa, se oye de fondo a un crío llorar, dice que está retenido y una voz extranjera te pide hasta 10.000 por no cortarle un dedo. Y lo quiere todo ya. Perturbador, ¿verdad? Pues todo es mentira. Son los llamados secuestros virtuales. Susana es una de sus víctimas: pasó por todas y cada una de estas fases. Pero, ¿pagó? ¿Dónde estaba su hijo? ¿Qué debería haber hecho? ¿Y si te ocurre a ti? Juan Alcolea, Inspector Jefe de la Sección de Secuestros y Excursiones de la Policía Nacional, nos resuelve todas estas dudas en 'Click, Click, Click'.