Dios bendice al que da con alegría, eso dice Su palabra, pero eso no significa que Dios negocia o condiciona las bendiciones al tamaño de la ofrenda o el diezmo.
Dios bendice al que da con alegría, eso dice Su palabra, pero eso no significa que Dios negocia o condiciona las bendiciones al tamaño de la ofrenda o el diezmo.