Hay profesiones que empiezan en la infancia y muchas veces acaban con ella. Para ser gimnasta olímpica o bailarín del Royal Ballet se necesita empezar cuando aún te comes los mocos, pero, ¿cómo va decidir una inocente criatura de 6 años a qué quiere dedicar su infancia si nosotros a los 18 no sabíamos ni qué carrera elegir? ¿Qué debemos hacer como padres si nuestr@s hij@s tienen interés en estas disciplinas?