Me duele mucho la cabeza, no debí haber tomado esas pastillas. Mi jefe me matará por habérselas robado, debo guardar bien las que todavía me hayan sobrado antes de que sea demasiado tarde, seguro debe pensar que estoy enfermo por haberle hecho esto y tiene razón, soy escoria y merezco morir por lo que le hice.

Él sabía que también las necesito, también sabía que no alcanzarían para ambos. Sé que no estoy bien, después de todo fui yo el que se las entregó en primer lugar, aun así, soy un ser humano y es normal que cometa equivocaciones, me sentiré mal por él resto de mi vida, fue un buen amigo, pero si no me medico constantemente, ya nada me importará.

Por eso mientras tenga mis pastillas podré seguir adelante, solo espero que él también pueda hacerlo, espero que pueda olvidarlo todo, odiaría tener que matarlo si no lo hace, estos últimos días fue el único que me hizo compañía después de haber perdido a mis seres queridos, se había vuelto alguien muy cercano a mí, se había vuelto la única persona con la que podía socializar, pero como dije, nada de eso importará, ahora debo cruzar la frontera antes de que venga a buscarme con los otros hombres que lo siguen, oí que pasando el bosque a lo lejos, por las montañas, hay un refugio con personas que aún no se han contagiado, una vez más, espero que se haya olvidado de que tomé sus pastillas, pero ambos sabíamos que si no lo hacía, también me hubiese infectado.