Hoy es un buen día para dejar que Dios nos llevé de nuevo al camino de donde nos perdimos. No es de cobardes llorar, no es de cobardes arrepentirse y reconocer cuando hemos fallado, al contrario, es de valientes caerse y levantarse de nuevo.
Hoy es un buen día para dejar que Dios nos llevé de nuevo al camino de donde nos perdimos. No es de cobardes llorar, no es de cobardes arrepentirse y reconocer cuando hemos fallado, al contrario, es de valientes caerse y levantarse de nuevo.