¿Utilizan cámaras-espía del tamaño de un botón? ¿Tienen paraguas-navaja? ¿Se esconden tras un periódico? Es curioso porque la imagen que tenemos todos en la cabeza de los detectives privados difiere bastante de la real. Se trata de personas que visten normal y corriente, que tienen un despacho que bien podría ser el de un abogado y que cumplen con su jornada cualquier otro. Aunque se valen muchísimo de la última tecnología. Para conocer sus cachivaches y desmontar los mitos, en ‘Click, Click, Click’ hemos contactado con Vicente Delgado, detective privado con mas de 20 años de experiencia. Estos son sus casos más rocambolescos.