Hoy te entrego esta meditación como un regalo sagrado para tu alma. Es un espacio de encuentro con la presencia amorosa de Dios, la guía compasiva de Jesús, el abrazo maternal de María, y la energía protectora de los arcángeles y ángeles de luz.

En este momento de silencio y entrega, te invito a elevar tu conciencia, soltar las cargas del ego y abrir tu corazón al amor divino que siempre ha estado contigo. Permite que esta conexión celestial despierte tu ser más profundo y recuerdes que nunca estás sola/o: el Cielo camina contigo.

Respira, siente, y vuelve a ti.

¿Estás lista/o para permitir que la luz divina transforme tu interior?