Un llamamiento a adorar al Creador – El deber de adorar a Dios se basa en el hecho de que él es el Creador. “Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor” (Salmo 95:6; ver Salmos 96:5; 100:3; Isaías 40:25, 26; 45:18).