Hoy comentamos cómo gestionamos la falta de motivación fotográfica y Sandra nos presenta el trabajo del fotógrafo Michael Schwan.

 

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CÓMO GESTIONAMOS LA FALTA DE MOTIVACIÓN FOTOGRÁFICA

En el episodio de hoy, hablamos de esos momentos de bajón fotográfico que suelen acompañarnos de vez en cuando y lo hacemos de manera muy personal, ya que precisamente Sandra se encuentra inmersa en ese estado de desgana temporal. Vamos a intentar analizar posibles motivos que pueden llevar a esta situación y cómo intentar superarlos.

ENLACES DE INTERÉS

Episodio 59, donde Sandra habló de Fotógrafo Thomas Jorion, apasionado por lugares abandonados. 

Episodio 47, en este caso nos presentaba el trabajo de Harimao Lee, también interesado en fotografiar lugares abandonados.

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MI EQUIPO FOTOGRÁFICO

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FOTÓGRAFO DESTACADO

En este episodio Sandra nos presenta el trabajo del fotógrafo Michael Schwan.

Nombre: Michael Schwan

Página web: https://michaelschwan.de

Instagram: https://www.instagram.com/_michael_schwan

Otras redes: https://www.facebook.com/the.black.swan.photography

¿Por qué destaca?

Michael Schwan es un fotógrafo alemán (Saarbrücken, 1988) multidisciplinar. Un vistazo a su página web es suficiente para encontrar imágenes de paisajes de naturaleza, urbanos, arquitectura, gente, retratos, minimalistas y aéreas. Aunque sin duda, la disciplina por la que su trabajo es más conocido es por la fotografía de lugares abandonados.

Michael lleva más de 10 años viajando por Europa a la caza y captura de localizaciones que han caído en el olvido y de las que nadie se acuerda ya.

Prueba de ella es su proyecto “The beauty of decay (lost places)” en el que muestra una delicadeza única y un estilo inconfundible a la hora de retratar estos sitios tan singulares.

La fascinación de Michael por estos sitios surgió cuando con 20 años se coló en una antigua vivienda con jardín en su ciudad natal. Según él mismo cuenta, la mezcla de temor por si lo pillaban y la emoción de la aventura supusieron un chute de adrenalina al que se enganchó.

Michael reconoce que lo que pretende con su trabajo es contar las historias que hay detrás de esas paredes antes de que el paso del tiempo las borre definitivamente. Y para ello, cualquier lugar es válido.

Es más, su proyecto incluye escenarios de diversa naturaleza: fábricas que ya no producen, palacios olvidados, piscinas invadidas por la vegetación, cocinas en las que nadie cocina, teatros sin público…

¿Y cómo se entera de su existencia? Generalmente tras horas o días de investigación, navegando por Internet, hojeando libros, siguiendo pistas de otros fotógrafos... o, simplemente, conduciendo sin rumbo por carreteras secundarias hasta dar con un tesoro escondido. Así es como considera Michael cada incursión porque nunca sabe lo que se va a encontrar.

Otro aspecto interesante de su trabajo es el cuidado y la delicadeza que pone en cada una de las imágenes. Para Michael cada localización es una cápsula del tiempo llena de pequeños detalles que se puede explorar pero que, al mismo tiempo, hay que preservar “no rompiendo nada, no robando nada y no compartiendo la localización exacta”. Porque sólo así se puede mantener el secreto y, aunque sea irónico, mantener con vida la decadencia del lugar.

Gracias a la destreza de sus composiciones y de su ojo fotográfico,