Tras robar el coche de Chema, Jonathan se ofrece a llevar a Lorena y a sus amigas a los locales nocturnos de moda, una velada que se frustra cuando el grupo atropella inesperadamente a Eugenia, la abuela de los dos hermanos.

Por otro lado, la imposibilidad de conseguir el visado para acompañar a Paz en su nueva andadura americana ha obligado a Luisma a quedarse en Esperanza Sur mientras su novia ha fijado su residencia en Miami. Triste y deprimido, el hermano de Aída no encuentra consuelo hasta que su familia y amigos le hacen una insólita propuesta: convertirse en el nuevo entrenador del equipo de baloncesto de Aídita. Sus nuevas responsabilidades deportivas le harán recuperar la ilusión.