"Júrame que serás fiel a la
Padre celestial, hoy nos reunimos en tu
presencia para reflexionar lo que la tradición Comboniana nos ha dicho sobre lo
que pasó cuando en su lecho de muerte San Daniel Comboni entregaba su alma a
ti, su Dios y Señor. Se dice que el apóstol del África Central en su lecho de
muerte tomó la mano de un joven y le hizo jurar: “júrame que serás fiel a la
misión”. Ese joven era John Dichtl.
En realidad, fueron varias las frases
célebres que San Daniel Comboni ya no escribiría, pero que quienes estaban a su
lado en su lecho de muerte, recuerdan y repiten como si fueran su testamento
espiritual. El día de su muerte dijo a sus misioneros que lo rodeaban: “Tengan
valor, tengan valor en esta hora dura, y más aún para el futuro. No desistan,
no renuncien nunca. Afronten sin miedo cualquier huracán. No teman. Yo muero, pero la Obra no morirá”.