Little Bastard -Pequeño Bastardo-, este es el nombre que el mítico James Dean puso a su Porsche 550 Spyder a cuyo volante perdió la vida. Pero la de James no fue la única alma que se llevó este coche maldito. A través del tiempo, las piezas de este coche de leyenda no han dejado de cobrarse muertes, heridas graves y mutilaciones. Little Bastard parece alimentarse de sangre... y siempre quiere más.