La ciencia ha demostrado que el uso excesivo de dispositivos y pantallas, junto a la exposición prolongada a la luz artificial puede alterar los ritmos biológicos. La luz azul de los aparatos electrónicos interfiere en la producción de la melatonina, esa hormona que ayuda a regular el sueño y que su desequilibrio altera los ciclos circadianos. Esta disrupción ha sido vinculada con trastornos metabólicos y neurológicos, factores que pueden contribuir al deterioro cognitivo que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo. Elena Luengo, directora de innovación de Cigna Healthcare nos ayuda a conocer qué medidas podemos tomar para evitar estos efectos. Además, conoceremos más detalles sobre cómo la vacuna para el herpes zoster podría ser de ayuda para la demencia y también ahondaremos en por qué la donación frecuente de sangre se asocia a menores mutaciones genéticas que predisponen a la leucemia.

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