Habitualmente nos caemos del sendero que Jesús ya ha trazado para nuestras vidas y ese es el momento que debemos arrepentirnos y volver a los brazos del Padre y será el mismo Jesús quien nos acompaña en este derrotero
Habitualmente nos caemos del sendero que Jesús ya ha trazado para nuestras vidas y ese es el momento que debemos arrepentirnos y volver a los brazos del Padre y será el mismo Jesús quien nos acompaña en este derrotero