El entorno del río Ibor es una zona privilegiada para el cultivo de la aceituna. Se trata de una zona con una flora y una fauna autóctona de gran riqueza, donde no es extraño ver ciervos, jabalíes, zorros e incluso linces ibéricos.
El entorno del río Ibor es una zona privilegiada para el cultivo de la aceituna. Se trata de una zona con una flora y una fauna autóctona de gran riqueza, donde no es extraño ver ciervos, jabalíes, zorros e incluso linces ibéricos.