Empujado por la dictadura uruguaya, en 1973 se instaló en Buenos Aires, se afincó en el barrio de La Boca y comenzó a trabajar en el mundo editorial hasta que durante los años 80 inició el camino como director junto al Grupo de Teatro Catalinas Sur, que fundó y aún dirige. Una propuesta que se constituyó en la primera experiencia de teatro comunitario de Argentina.Desde entonces, Bianchi es un impulsor del teatro popular en Argentina y el mundo, como por ejemplo en Washington donde desarrolló un taller con vecinos de la comunidad latina.