No importa cual sea la provocación o perturbación qué se nos presente, no la confrontemos; solo invoquemos a la Presencia. Ella la controlará y nos permitirá sentirnos armoniosos. Continuemos vigilantes de nuestras emociones y a través del auto control lograremos la maestría en el reconocimiento de la Presencia.
Libro: Discursos del YO SOY de los Maestros Ascendidos, discurso del Sr. Rayborn.