La mayoría de los procesos productivos cerámicos prevé la dispersión de polvos cerámicos en un medio líquido – principalmente agua – con el fin de obtener una suspensión o, en términos más generales, un sistema disperso.

Para conferir a las suspensiones las características de estabilidad y trabajabilidad deseadas, en función de las diferentes aplicaciones, se recurre a la adición de pequeñas cantidades de aditivos específicos que, al interactuar con las partículas sólidas, modifican el comportamiento reológico de todo el sistema.

El episodio ofrece una panorámica sobre dos categorías de aditivos – defloculantes y aglutinantes – casi siempre implicados para lograr el resultado adecuado y, por lo tanto, el correcto rendimiento aplicativo.