Palabra de Dios: “Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.” Salmo 23

Perlas: El momento más oscuro de mi vida fue cuando recibí la noticia que rompió mi corazón y me derrumbó completamente, como mujer, como esposa, madre, líder, y aún como creyente. Nunca olvidaré el llanto incontenible de esos meses, pero particularmente el de ese día. Después de recibir la noticia, y de quedar en un estado que aún no logro definir, porque sentía que perdía la razón y no podía controlar mis pensamientos ni mis emociones, recuerdo haber salido a caminar y caminar y caminar, mientras gemía… y lo único que podía pronunciar con mi boca era el Salmo 23… una y otra vez, una y otra vez…

Años atrás lo había memorizado porque me parecía hermoso, pero no sabía que un día sería lo único de lo que mi espíritu podía sostenerse. Parecía una loca, literalmente… pero la verdad era que ya nada me importaba, y el repetir y repetir ese salmo era como un gemir de mi espíritu clamando a Dios cuando sentía que moría.

Hay porciones de la Palabra que son tan poderosas y tan profundas que simplemente leerlas o recitarlas, creyendo una a una cada palabra, de corazón, pueden cambiarnos la vida para siempre; el Salmo 23 definitivamente es una de esas porciones de la Biblia. 

Son palabras muy personales de David. Es un resumen de su experiencia personal con Dios. No son palabras poéticas, es su testimonio. David habla en primera persona, y se refiere a Dios en segunda persona; es personal. Fue personal para David y quedó consignado en la Palabra de Dios para que fuese personal para ti y para mí en nuestra relación con el Señor.

Es un bálsamo para cualquier alma herida, sin importar de qué clase de herida estemos hablando. A todos nos bendice en todas las etapas del camino de la vida: *Cuando estamos en medio del valle de sombra de muerte.*Cuando estamos en tiempos de descanso y reposo. *Cuando el Señor vence sobre nuestros enemigos. *Cuando viene Su recompensa.*Y cuando Sus promesas son cumplidas en esta tierra y en la eternidad. 

Oración: Gracias Padre porque sé que estás conmigo. Tú eres mi Pastor. Tú eres aquel que me cuida, protege, defiende y provee todo lo que mi alma necesita. Tú me conoces y conoces todo lo que estoy viviendo. Llévame pronto a descansar en lugares de delicados pastos, y pastoréame junto a aguas de reposo. Te necesito. Sin Ti no me es posible continuar. Solo puedo si Tú estás conmigo. Ayúdame, tómame en Tus brazos y haz Señor lo que solo Tú puedes hacer.

Reto de la semana: Escribe este Salmo en tu diario y en tres (3) hojas aparte (no se valen fotocopias). Luego pégalas en tres lugares claves y visibles. El reto último de la semana será memorizar el Salmo 23.