đź“– Apocalipsis 4:1â€-‬11 RVA2015:
Después de esto miré, y he aquà una puerta abierta en el cielo. La primera voz que oà era como de trompeta que hablaba conmigo diciendo: “¡Sube acá, y te mostraré las cosas que han de acontecer después de estas!”.
De inmediato estuve en el EspĂritu; y he aquĂ un trono estaba puesto en el cielo, y sobre el trono uno sentado. Y el que estaba sentado era semejante a una piedra de jaspe y de cornalina; y alrededor del trono, un arco iris semejante al aspecto de la esmeralda. TambiĂ©n alrededor del trono habĂa veinticuatro tronos; y sobre los tronos, veinticuatro ancianos sentados, vestidos de vestiduras blancas, con coronas de oro sobre sus cabezas. Del trono salen relámpagos y truenos y voces. Y delante del trono arden siete antorchas de fuego, las cuales son los siete EspĂritus de Dios. Y delante del trono hay como un mar de vidrio, semejante al cristal. Junto al trono, y alrededor del mismo, hay cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primer ser viviente es semejante a un leĂłn, y el segundo ser viviente es semejante a un becerro, y el tercer ser viviente tiene cara como de hombre, y el cuarto ser viviente es semejante a un águila volando. Y cada uno de los cuatro seres vivientes tiene seis alas, y alrededor y por dentro están llenos de ojos. Ni de dĂa ni de noche cesan de decir: “¡Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, que era y que es y que ha de venir!”.
Y cada vez que los seres vivientes dan gloria, honra y alabanza al que está sentado en el trono y que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos; y echan sus coronas delante del trono, diciendo: “Digno eres tú, oh Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder; porque tú has creado todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser y fueron creadas”.
➡️🎙️ En el capĂtulo de ayer notamos cĂłmo Dios le dice a una de las iglesias que retengan lo que tienen para que ninguno tome su corona.
En este capĂtulo podemos notar que Dios se preparĂł para revelarle a Juan los acontecimientos que vendrán en el futuro.
El Señor le hizo la invitación a Juan para que suba a su presencia y mire un acontecimiento celestial.
En medio de seres celestiales, con figuras que simbolizan dones y virtudes, el Señor recibe adoración de ellos. También notamos a 24 ancianos que arrojan sus coronas delante del Señor. Según la interpretación de algunos eruditos y teólogos, los 24 ancianos representan a los creyentes en el Señor desde la antigüedad hasta ahora, los del antiguo pacto y el nuevo pacto.
Esta Escritura concuerda con las coronas prometidas en el Nuevo Testamento.
Esas coronas son las recompensas que el Señor nos da cuando somos fieles a Él. Las coronas representan el premio por haber sido perseverantes aquà en la tierra soportando menosprecios de nuestros amigos o familiares.
La Biblia registra algunas coronas que recibirán los que se muevan con fe y con valentĂa. Todo aquel que viva una vida abnegada para Él tiene esperándolo coronas y recompensas en los cielos.
Algunas de ellas son:
👑↠La corona de vida: Dichoso el que hace frente a la tentación; porque, pasada la prueba, se hace acreedor a la corona de vida, la cual Dios ha prometido dar a quienes lo aman. (Santiago 1:12).
👑↠La corona de justicia: Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, que en aquel dĂa me dará el Señor, el juez justo; y no sĂłlo a mĂ, sino tambiĂ©n a todos los que aman su venida. (2 Timoteo 4:8).
👑↠La corona de gloria: AsĂ, cuando se manifieste el PrĂncipe de los pastores, ustedes recibirán la corona incorruptible de gloria. (1 Pedro 5:4).
Sirve al Señor con todo tu corazón, sé fiel y obediente; recibe la corona que Él te dará y cuando estés en su presencia, tendrás coronas para ofrecerlas al Único merecedor...