Fue una lección que perduró en la memoria: siglos más tarde de lo que hoy vamos a contar, Enrique IV de Francia presumía, ante el embajador español, del d año que podía hacer a las posesiones españolas en Italia. diciéndole –‘Desayunaré en Milán y comeré en Roma’. -‘Entonces – contestó el embajador con sornaaaa –Sigue leyendo "AH 03 – Aragón conquista el Mediterráneo – Las Vísperas Sicilianas"