Lo mismo que Simeón, Ana, la profetisa, era miembro del remanente fiel de Israel que esperaba el advenimiento del Mesías. Mientras Jesús estaba siendo presentado al Señor y Simeón estaba hablando con María, Ana comenzó también a expresar su reconocimiento a Dios por el prometido Redentor, y luego empezó a hablar de Jesús a los fieles que aguardaban la redención en Jerusalén. | Pr. Ricardo Reyes M.