Si estás pasando por una prueba confía en Dios que te sostendrá. El es siempre bueno y desea que vayamos a El en todo momento, especialmente cuando sentimos que nuestras fuerzas se apagan o la cuesta es muy pesada de subir. Hoy el Evangelista nos presenta dos manifestaciones de fe. Del Evangelio de Mateo 9, 18-26.

Entra en tu habitación y quédate en silencio, imita a Cristo cuando se retiraba a orar y solo dile: te necesito Dios y El que está en lo secreto te recompensará. Del Evangelio según Mateo 6, 1-6. 6-18

Dejar lo malo que hay en nuestras vidas a veces es difícil, sentimos que no podemos superar una situación o que eso arraigado en nosotros jamás nos dejará libres. Solo Dios basta! Lo crees? Del Evangelio de Marcos 3, 20-35

Cortemos de nuestra vida todo aquello que nos daña, que nos apaga el alma y que no nos deja crecer en el amor. Con la fuerza del Espíritu Santo TODO es posible. Del Evangelio según Marcos 9, 41-50

Fuimos herederos de un amor maternal incomparable, un amor que sana y que siempre nos guía a Jesús. Llévate a casa a María, como el discípulo de la llevo. Del Evangelio según Juan 19, 25-34

“Mi paz les dejo mi paz les doy” son las palabras que Jesús quiere que hoy resuenen en tu corazón. Es a través de su Espíritu que no da esa paz y nos ayuda en cada una de nuestras situaciones. Del Evangelio según Juan 14, 27-31

Hay tantas señales del amor de Dios que nos expresan que El esta con nosotros, que no te puedes sentir solo. Abre tu corazón para que puedas VER con la mirada de Dios y experimentar su ternura en tu vida. Del Evangelio según Juan 14, 21-26

Jesús es la luz del mundo, El quiere libertarte de toda oscuridad o problema, ir al El nos garantiza que nuestra vida puede ser sanada y restaurada. Solo sigue la luz. Del Evangelio según Juan 12, 44-50

Solo el que escucha la voz de Dios puede caminar hacia lugares de seguridad, de paz y de consuelo. Tú y yo somos sus ovejas, dejémonos encontrar por El, que es bueno y siempre nos llevará al lugar donde debemos estar. Del Evangelio según Juan 10, 1-10

Las palabras de Jesús fueron un escándalo para su época y hoy lo siguen siendo. Muchos discípulos abandonaron a Jesús porque nadie hablaba con tanta autoridad como Él. Hoy sus palabras son las mismas para ti y para mi. No existe lugar más seguro que el corazón de Dios. Del Evangelio según Juan 6, 60-69