Nuestra socialización como mujeres nos impide disfrutar de las cosas buenas que nos pasan y cortocircuita nuestra capacidad de recibir. Y esto tiene mucho que ver también con la mala relación que tenemos las mujeres con el dinero.
Nuestra socialización como mujeres nos impide disfrutar de las cosas buenas que nos pasan y cortocircuita nuestra capacidad de recibir. Y esto tiene mucho que ver también con la mala relación que tenemos las mujeres con el dinero.