Si quieres brillar como el sol, primero tendrás que arder
como el, abraza el fuego, abraza tu propósito, abraza lo que has decidido desarrollar, si lo haces de forma cotidiana, lo haces de forma convencional y repetitiva entonces al final va a suceder algo maravilloso, la gente va a saber que tienes propósito, que liberas compasión y el mundo necesita tu luz.
El resultado económico solamente está reservado para aquellos que están dispuestos a arder como el sol.