Mientras no estemos armonizados, nos encontramos a merced de la efluvia humana; el Orden y la Justicia Divina sólo vendrán a través de nosotros mediante nuestro estado de armonía.
Mientras no estemos armonizados, nos encontramos a merced de la efluvia humana; el Orden y la Justicia Divina sólo vendrán a través de nosotros mediante nuestro estado de armonía.