El Estado organiza, equipa y ejecuta.

Durante la pandemia, mientras el gobierno de Mitsotákis restringía nuestra libertad de todas las maneras posibles, no sólo armaba sus fuerzas represivas, sino que también procedía a reforzar su hegemonía electrónica.

Con el pretexto de proporcionar servicios de videoconferencia para satisfacer las necesidades de aprendizaje a distancia, los datos de 1,6 millones de usuarios de la plataforma WebEX han sido entregados a Cisco, que puede reutilizarlos para sus propios fines comerciales. Nuestras vidas, a través de la telemetría, se mercantilizan constantemente y se venden a cualquier interesado. Se categorizan y almacenan indefinidamente.

La administración central griega quiere una base de datos digital para luchar contra la anarquía, o más bien para lograr un control total.

En diciembre de 2020 se reveló el acuerdo secreto con la empresa estadounidense Palantir Technologies, que proporciona la interfaz gráfica y encarna una realidad aterradora de vigilancia, grabación y retroalimentación constantes entre ambas partes. Se dice que esta empresa militarista, respaldada por la CIA y con conexiones en todo el mundo, desempeña un papel importante en las decisiones de los medios de comunicación estatales. Además de la digitalización de los datos, el acuerdo prevé tratar situaciones como la lucha antiterrorista, la inmigración y la defensa de la totalidad territorial del país en el mar Egeo, será utilizado por los servicios que explotan y gobiernan la realidad griega.

Por si los escándalos del culebrón llamado gobierno no fueran suficientes, la guinda del pastel es una práctica de represión selectiva que hemos visto por enésima vez últimamente (véase el caso de los "Ocho de Nea Smyrni"). El jueves 4 de septiembre de 2021, pidieron a un compañero que había sido detenido en la Universidad Politécnica de Atenas ocupada el 13 de noviembre de 2020 que se sometiera a una muestra de ADN. Esta historia no termina aquí, sino que se extiende a la citación de otros 13 compañeros detenidos esa noche. Los rastros de ADN encontrados por la policía en dos botellas vacías dentro del edificio ocupado, habrían sido identificados comparándolos con los rastros de sangre encontrados en papel, tras los disturbios que tuvieron lugar en Exarchia el 7 de diciembre de 2014.

Como podemos entender fácilmente, el propósito de todo esto es, por supuesto, hacer perfiles y crear escenarios de ciencia ficción contra el movimiento antagonista. La mayoría de los detenidos en 2014 eran menores de edad (13, 14 años) y procedían de las provincias.

Por último, nuestro ataque a la Secretaría General de Sistemas de Información es una muestra de solidaridad con los compañeros, pero también un toque adicional a la guerra sistémica.

PS1: Llamamos a apoyar la semana de solidaridad con los 14 compañeros. (25-31 de octubre)

Anarquistas