Ahora, para que podamos experimentar corporativamente estar con Dios y su deleite en nosotros, quiero que tomemos un tiempo juntos para experimentar realmente lo que Dios se deleita en nosotros.

Primero, cierre los ojos y acomódese en una posición cómoda (pero no tan cómoda como para quedarse dormido). Por lo general, ayuda tener los pies apoyados en el suelo.

Sofonías 3:17 - El Señor tu Dios está en medio de ti, guerrero victorioso se gozará en ti con alegría; en su amor guardará silencio, se regocijará por ti con cantos de júbilo.

Ahora, imagine, lo mejor que pueda, estar en la presencia de Dios mientras Él se siente encantado de estar con usted, mientras se tranquiliza y se regocija en su presencia. Imagine a Dios cantando sobre usted, ¡un concierto personal, solo para usted! A menudo consideramos cómo debemos sentirnos en la presencia de Dios. Pero ¿alguna vez ha imaginado cómo se siente en El en la suya? ¿Siente que Jesús siente deleite, gozo y paz? Si no, ¿qué piensa que Él siente en su lugar? ¿Cómo se imagina que se ve él? ¿Como se oye? ¿Que dice? ¿Cuál es el tono de su voz? Y luego, ¿qué siente cuando responde a estas iniciativas de Dios?

Quedémonos aquí unos minutos, reflexionando sobre el deleite de Dios.

 [Tome 5 minutos de reflexión en silencio]

Ok, ahora abra los ojos. ¿Cómo fue eso? ¿Qué sintió? ¿Qué notó en su cuerpo? Puede compartir en voz alta con el grupo o escribir en su diario.

Esta práctica de experimentar que Dios se deleita en nosotros proviene del psiquiatra cristiano Dr. Curt Thompson. El recomienda hacer esto durante 5-10 minutos, una o dos veces al día, todos los días durante 6 semanas. Mientras hace esto, medite en lo que siente en general (qué emoción se evoca en usted) y lo que siente específicamente cuando sus pensamientos se vuelven hacia Dios. Observe cómo su tono corporal general, así como su nivel general de angustia y ansiedad, cambian con el tiempo.