OBJETIVO

Dado que poco se nos ha instruido sobre la oración a lo largo de nuestra vida, es conveniente que se dediquen estas reuniones para hablar sobre la oración, y que la comunidad pueda tener una experiencia personal sobre este contacto "íntimo que el cristiano debe de tener con su creador.

Puntos importantes:

1. No hay una catequesis de Jesús sobre la oración, sólo nos lo muestra como un diálogo amoroso con Dios.

2. Los evangelios nos muestran a Jesús orando durante las noches o por la madrugada.

3. Esta experiencia lleva a los discípulos a pedirle a Jesús que les enseñe a orar.

4. En la oración Jesús nos enseña a llamar a Dios abbá, es decir, papi. No es un modo nuevo de orar, sino de relacionarse con Dios.

5. Sin oración somos esclavos del pecado, ni somos capaces de superar las tentaciones o nuestros impulsos.

6. La gente dice que no tiene tiempo para orar, pero este tiempo no existe, hay que crearlo, hay que hacerlo.

7. Para las cosas que amamos siempre tenemos tiempo.

8. La oración transforma nuestra vida de manera profunda y radical.

9. Las relaciones humanas nacen mediante el diálogo.

10. Primero es la simpatía, después el acercarse, conforme el diálogo profundiza, la relación se fortalece. El diálogo es largo y profundo. Los sentimientos se ven involucrados y ya no hay necesidad de diálogo, porque se da la comunicación de sentimientos. Las palabras estorban, sólo hace falta la presencia del ser amado. Finalmente se da una comunicación amorosa.

11. Santa Teresa dice que orar es pasar largos ratos con aquel que sabemos nos ama.

12. La oración como diálogo con Dios debe crecer en tiempo y en profundidad. En este diálogo hablamos a Dios y escuchamos a Dios que nos habla.

13. Para la oración se necesita: interés, dedicar tiempo, pasar al diálogo profundo.

14. Rezar es repetir en forma litánica las oraciones que hemos aprendido.

15. La oración meditación es usar nuestras capacidades para profundizar sobre lo que hablo con Dios.

16. El último paso del camino de la oración es la contemplación, donde la comunicación se da de corazón a corazón. Donde la soledad se hace encuentro y Dios habla en el silencio.

17. Nunca hay que dejar lo importante por lo urgente; en la vida hay mil urgencias, pero sólo pocas cosas son importantes.