Es uno de los personajes emblemáticos de la mitología griega, símbolo de la arrogancia que conduce a la propia destrucción. En su vuelo ascendente, Ícaro desoye las advertencias de su padre y termina sumergido en el mar Egeo, cuando la cera con la que estaban construidas sus alas se derrite por la cercanía del sol. Una historia que vale la pena volver a escuchar...
Música y edición: Gonzalo Tojo
Voz: María Eugenia Sidoti