La figura del gran Tommy Rey que unió a generaciones en el recuerdo y la memoria cariñosa, hace patente la necesidad que tenemos de liderazgos potentes que aúnen voluntades. En los últimos 20 años solo hubo dos figuras Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. Hoy estamos en la resaca el
Mar vuelve a su cauce, y solo queda lo que bota la ola.